Los fungicidas no sistémicos o de contacto quedan en la superficie de la hoja y al caer las esporas de los hongos no pueden ‘germinar’, introducirse en ella. Se deben aplicar siempre antes de que aparezcan los primeros síntomas, en épocas del año con condiciones favorables para que se dé la infección, generalmente con humedad alta y temperatura suave. Si el hongo ya ha entrado (infectado), estos productos no le hacen nada puesto que son preventivos.Los fungicidas sistémicos, a diferencia de los anteriores, no quedan en la superficie de la hoja, sino que penetran en la planta y, gracias a la savia, se distribuyen por su interior. Tiene efectos curativos tras producirse la infección.